El balance entre el progreso social y el rendimiento de los inversionistas que aportan recursos para fomentar la ejecución de proyectos de largo plazo en la región, es uno de los pilares de los bancos de desarrollo y uno de los logros de CAF -banco de desarrollo de América Latina a lo largo de sus 50 años, destacó el premio nobel de Economía, Joseph Stiglitz, quien agregó que hoy es más necesario su rol para enfrentar los desafíos generados por la pandemia de COVID-19.
Durante su ponencia magistral en el evento en línea “Claves para repensar el presente y futuro de América Latina#, organizado para conmemorar los 50 años de CAF, Stiglitz aseguró que los gobiernos y los bancos de desarrollo juegan un rol fundamental ante las limitaciones de los mercados en temas estratégicos como la crisis por la COVID-19, el cambio climático y la desigualdad, entre otros.
“La crisis financiera de 2008 y la de COVID-19 han evidenciado una vez más las limitaciones de los mercados y la necesidad de buenas instituciones públicas y organismos de cooperación internacional. CAF es un modelo a nivel global; su éxito en los últimos 50 años ha inspirado el esfuerzo por crear bancos de desarrollo en otros lugares, así como a académicos e investigadores a entender por qué los bancos de desarrollo pueden y tienen tan importante impacto y contribución en el bienestar de la población”, explicó Joseph Stiglitz.
Agregó que una de las claves de los bancos de desarrollo es su perspectiva a largo plazo, tienen en cuenta la disparidad entre el rendimiento social y privado y que desempeñan un papel muy importante para responder a los desafíos del cambio climático y velar por el desarrollo sostenible. “Uno de los problemas para cerrar las brechas en infraestructura en América Latina es el acceso a recursos y CAF juega un rol estratégico para atraer recursos para este sector, acceso a la tecnología y capital humano especializado”, puntualizó.
El presidente ejecutivo de CAF, Luis Carranza Ugarte, agradeció las palabras del profesor Stiglitz y reiteró el compromiso de la institución desde 1970 como aliado incondicional de América Latina, para promover el desarrollo sostenible y la integración regional.
“Gracias al fortalecimiento patrimonial de los últimos años hemos tenido una respuesta contundente en la crisis. Este año vamos más que a duplicar los desembolsos a los gobiernos centrales para hacer frente a las necesidades de financiamiento. Tenemos una aprobación récord de más de USD 16.000 millones. Este martes hemos aprobado una línea de liquidez por USD 1.600 millones para los bancos de desarrollo locales, que está acorde con nuestra estrategia de enfocarnos hacia la Pyme latinoamericana buscando su internacionalización, su innovación y su integración de cadenas productivas”, añadió Carranza.
Asimismo, presentó la propuesta de formación de un fondo para financiar infraestructura de integración e infraestructura digital en la región. “Este fondo, que se constituiría con el apoyo de los países desarrollados que ofrecerían garantías para la emisión de bonos, permitiría a los países latinoamericanos tener una fuente de financiamiento al mismo costo al cual se financian los países desarrollados a muy largo plazo y nos permitiría abordar el reto de la infraestructura de una manera definitiva. Este es un esfuerzo que esperamos consolidar en los próximos meses y que ya cuenta con el aval de los presidentes y los ministros de finanzas de los países miembros de CAF”, explicó.
El evento en línea continuó con un panel en el que Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal; Ángel Gurría, secretario general de la OCDE; y Enrique Iglesias, ex secretario general Iberoamericano y ex presidente del BID; moderado por Andrea Bernal, periodista de NTN24, disertaron sobre cómo el impacto de COVID-19 ha llevado a la necesidad de repensar el presente y el futuro cercano de nuestra región para mantener las ganancias sociales de las últimas décadas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
“La región puede salir de esta crisis más endeudada, más pobre, más hambrienta, con alto desempleo y, sobre todo, enojada. Debemos evitar que la crisis sanitaria se convierta en una crisis alimentaria. La banca de desarrollo otorga recursos de manera contracíclica, atiende segmentos de la población que no son cubiertos por el sector financiero privado y puede ayudar a implementar estrategias de mediano plazo. Estas son características que hay que potenciar con medidas más audaces para poder apoyar a los países de renta media que tanto lo necesitan, para tener facilidades a bajo costo, menores intereses, tenemos que propiciar un futuro que sea menos desigual”, afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
Por su parte, Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, manifestó que considera que la recuperación de la economía será en forma de “U” y no en “V” y alertó que las economías de la región tendrán una contracción estimada de 8,3 % en Argentina, 7,4 % en Brasil, 7,5 % en México, 6,1 % en Colombia, 5,6 % en Chile, sin plantear el posible escenario de una segunda ola de COVID-19, por lo que se requiere el apoyo de las instituciones financieras. “El rol de la banca de fomento es fundamental, hay que fortalecerla, capitalizarla, porque cumple con muchas funciones, llena los espacios y corrige los fallos del mercado, y que en América Latina CAF juega un papel estratégico, especialmente por su modelo de gobierno”, añadió.
Finalmente, Enrique Iglesias, ex secretario general Iberoamericano y ex presidente del BID, señaló que el mundo se está enfrentando a un quiebre de la integración y la cooperación regional, por lo que el rol de la banca de desarrollo cobra hoy mayor importancia que en el pasado. “La tecnología y digitalización son una gran oportunidad para transformar por ejemplo 16 millones de pequeñas unidades productoras en el campo. Este es un desafío importante en el que los bancos de desarrollo regionales pueden incidir de forma significativa”, indicó.
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